2 de agosto de 2015

DE DRIE GRAEFJES 


Hola de nuevo cafeteros! Volvemos un día más para dar a conocer una de las miles de “American Bakeries” que podéis encontrar en Amsterdam. Esta vez se trata de una cadena con diferentes locales distribuidos por la ciudad en los que se puede disfrutar desde un delicioso café hasta compartir la hora del té rodeada de amigas que se explican los últimos cotilleos del barrio.

En este caso, fuimos a uno de sus lunchrooms. Des del exterior no se aprecia realmente lo que viene a ser una pastelería vintage, pero una vez te asomas a su puerta se respira el olor inconfundible a pasteles y muffins recién hechos. ¡Un olor irresistible!
Dejadme que os cuente algo, los españoles estamos por todos lados, así sea dicho. Nada más entrar una familia nos saludó y nos contó que llevaban cinco meses viviendo en la ciudad de Amsterdam. Siempre es un placer conocer a gente que te explique sus experiencias, de vez en cuando se aprenden cosas, y más en una ciudad que no tiene mucho en común con España. A lo que íbamos, tienen unos pasteles impresionantes, puedes ver la cocina des del exterior, algo que nos impresionó ver cómo se lleva a cabo todo el proceso de preparación y todos los diferentes utensilios disponibles hoy en día, ¡y que pinta!. 

La planta de arriba también dispone de mesas, con un diseño de lo más vintage combinado con toques modernos ya que del techo cuelgan unas lámparas bombilla. El sitio en general es muy acogedor y una de las cosas que más nos gustó fueron las vistas a uno de las calles y canales más bonitos de la ciudad. Probamos dos tipos de pasteles, el cheesecake y el red velvet, sin duda valió mucho la pena. El único inconveniente que encontramos era que no ofrecian wifi algo muy importante para nosotros hoy en día ¡No os lo podéis perder por nada del mundo! ¡A saborear la ciudad se ha dicho! 










"Come on, don't you ever stop and smell the coffee?"

Besos, amor y café 

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